EN LA CANTINA

Gordo: Mentiroso hombre, mentiroso

Piporro: Oye, no me levantes falsos. Si acaso miento que se abra la tierra en este momento y me trague junto con todos ustedes. Bueno, nada mas a ustedes. Les aseguro que lo que les cuento es cierto. Fué en la arboleda grande, me salieron dos bandidos por la espalda y ¡cuerda! me tiraron un plomazo. Bueno, oí el ruido de la bala dos veces, primero cuando la bala me pasó a mi y luego cuando yo pasé a la bala, y lo único que sentí es que nomás tenía un tiro yo en mi pistola.

.

Viejito: ¿Y que te hicieron? ¿Te mataron?

.

Piporro: Ya muerto y todo te hubiera avisado Tenógenes ya ves como soy de atento. Pues saqué mi pistola y mi cuchillo. Puse el cuchillo en el mero centro del cañón, le tiré el plomazo, la bala se partió en dos y ¡cuerda!, entre ceja y ceja.

.

Viejito: ¿A los dos?

.

Piporro: Bueno, a uno de ellos se me chisqueo tantito y le pegué en un ojo. Vieras la llorería del pelado, como nomás un ojo le quedo en vez de lágrimas le salian chorritos. Y al ruido de las balas eso no fue todo, al ruido de las balas se despertó la manda de dinosaurios.

.

Gordo: Puras papas cuentas tu hombre, ¿cuando has visto dinosaurios aquí en Chihuahua?

.

Piporro: Vete a la arboleda grande a la hora que el sol sale, infestado, infestado de dinosaurios. Bueno, dinosaurio chico, si antes se da el pobre animal si hay poco pasto. Pero eso si, dinosaurio fino, sin hueso y con una pluma primorosa. Pues así entre la manada de dinosaurios, hasta pa´lla, hasta pa´ca, ya ves como son de cariñosos, ahí está un cacaixtón, 16 puntas, pelo negro, ojo azul.

.

Gordo: ¿Un venado con pelo negro?

.

Piporro: Oso

.

Viejito: ¿Pues no decias que era venado?

.

Piporro: Déjame platicar Tenógenes. Pues entonces, me le acerco al oso

.

Gordo: Con ojo azul

.

Piporro: Oso francés, agarré, me la acerqué

.

Gordo: ¿Con que arma?

.

Piporro: Con una varita en la mano

.

Gordo: Me vas a decir que lo agarraste a varazos

.

Piporro: No, las varas son pa´levantar las ramas. Tú que levantas una rama ahí esta un oso. Pero no le corras, acercatele ojo con ojo, aliento con aliento, y ya que lo tengas cerca le echas estiercol en los ojos

.

Gordo: ¿Y de donde lo agarro?

.

Piporro: Te va a sobrar Ruperto. Entonces si, ahí esta el cacaixtón de 16 puntas

.

Viejoto: ¡El oso!

.

Piporro: El venado, Tenógenes. Agarré la carabina 30-30

.

Gordo: ¿Pues que no ibas desarmado Laureano?

.

Piporro: Deja platicar Ruperto, le metí puntería y a mil metros punto 16 le pegué con una sola bala, le pegué arribita de la pezuña, en la muñeca y en el tronco de la oreja

.

Gordo: ¿Y cómo pudo ser eso?

.

Piporro: Lo agarré rascándose

.

Gordo: ¡Basta ya de habladas! ¡Eres puro mentiroso! Te apuesto a que ni siquiera sabes sacar la pistola

.

Piporro: Es mas, te voy a dar chance de que la saques primero

.

Gordo: ¡Ya vas!

.

Piporro: Esperate, los dos parejos, que no sea ventajoso raza

.

Gordo: Pues como quieras. ¿Corazón o cabeza?

.

Piporro: No tires hombres, no tires. Pues no te sulfures Ruperto, hombre, no te queda, y menos ahora que estas adelgazando. Que bruto, oye, si eres un chiflido, un suspiro, una espiga, estas muy deshidratado. No lo tomes asi, vamos a echarnos una copa como amigos

.

Gordo: Es que cuentas cada mentira

.

Piporro: Sírvenos una copa, ¿tu a mis hazañas les pones peros? ¿Oye, cuantas copas llevo? ¿Cinco? Ah caray, yo nada mas cuatro aguanto, ya estoy sobregirado, a la quinta ya empiezo a ver dinosaurios de verdad

.

Gordo: ¿Como de verdad? ¿Pues que los otros son de mentiras?

.

Piporro: Digo, dinosaurio con hueso y dinosaurio con hueso en la panza no le hagas confianza. Ahí nos vemos, a ver que nueva les traigo otra vez