Nuestros personajes favoritos de la urbe, esos que llenan nuestra ciudad de sucias estampas que Dios tomará en cuenta al momento del Juicio Final.
EL ESCUPIDOR
El acido cítrico se adhiere a las paredes de la garganta causando una ligerísima sensación de asfixia. Natural es proceder a expulsar la pegajosa flema que interrumpe el correcto respirar. De ahí que los hombres se dividan en tres categorías: aquellos que deciden no expulsar el gallo, los que lo expulsan en el baño y a los que les vale madre la suela de transeunte y las enfermedades infecciosas, y el sonoro rugir de su enfurecida garganta resuena a lo largo y ancho de la calle.
EL DUEÑO DEL PERRO
No cabe duda, todo México es territorio cánido. Son mas frecuentes las quemadas de zapatos que los asaltos, secuestros y los muertos por el narco juntos. En el mejor de los casos la merde se ha secado ya. En el peor ya estas mas cerca de tu trabajo o escuela que de tu casa, y seras el molesto foco de malos olores del piso.
BAÑOS EN AVENIDAS
Las vías mas transitadas se convierten en centros altamente antihigiénicos, pero estamos seguros de que tu, pulcro lector, has visto a alguien usar la via publica como un sanitario.
CHEFS URBANAS
No hay forma de negar rotundamente las bondades de la cocina callejera, no esta ahí únicamente para alivar el hambre repentina, sino que hay decenas de ejemplos de alto gusto culinario. Pero ni modo de perdonar ciertas odiosisimas costumbres. Un botón de muestra, junto a la plaza de Baratillo (Guanajuato capital) me toco ver a la mujer que prepara las quesadillas recoger la basura que se junta alrededor de la coladera con un cartón y la mano sin guante. Entre dicho acto y la preparación de una no mala quesadilla, sus manos pasaron por una cubeta de agua del mismo color que la basura misma. No fue fácil pasarme ese bocado.
PUBERTOS GARNACHEROS
Sobra aclarar que no es un problema de todos los niños de secundaria y que no es exclusivo de los estudiantes de aulas publicas. Parece que a los niños de primaria les da miedo que alguien los mire tirar la basura y los muchachos de prepa poseen un sentido de higiene mas desarrollado. Entre ambos grados de escolaridad hay pubertos cínicos cuyo rastro es fácil de seguir con tan solo mirar la basura que van tirando en su camino: polvo naranja radioactivo de chetos genéricos, bolsas o vasos con hielos, latas de refresco, cadáveres de golosinas y una que otra colilla de cigarro.
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